- Encontré un emulador en linea que me permite jugar los clásicos juegos de texto de los 80s.
A lo que Leonard responde algo como:
- Eso está muy bueno.
Y Sheldon remata con:
- Oh, sí. Esto corre en la placa gráfica más poderosa del mundo: la imaginación.
(...dejo un blanco para que reflexiones...)
Esta frase va más allá del chiste y es para muchos toda una declaración de principios y un grito de añoranza a los viejos buenos tiempos, donde la computación estaba más verde, donde mucho quedaba por descubrir, donde los grandes saltos en la entonces insipiente industria de los videojuegos aún no se habían dado. No es que ya no queden cosas por descubrir ni brincos que pegar, pero las escalas son otras, y para un niño/adolescente, los 80s eran una oda a la imaginación. Está claro que yo no hice mis primeros pasos en la informática en los primero años de la misma, sino más bien en los 90s (muuucho más tarde). Pero las circunstancias (especialmente no disponer de una conexión a Internet ni nada parecido por ejemplo), hicieron que se sintiera así, y estoy muy agradecido por eso (aunque siempre dije que me hubiese gustado mucho nacer diez años antes).