jueves, 28 de enero de 2016

<sin_titulo_1>

No se me ocurre un buen título para esto, porque ni siquiera se exactamente de qué trata. Acabo de leer un post de Scott Meyers donde anuncia su retiro. Esta noticia disparó un montón de recuerdos y reflexiones de dudosa relación entre sí, que vengo a contarles como para cortar el silencio que se formó en este blog por las vacaciones.

Hace unos pocos días llegué a otro post muchísimo más viejo, de un desconocido como yo, contando que cuando tenía 14 años le había escrito al mismísimo John Carmack para pedirle consejos sobre cómo iniciarse en el mundo de la programación, y John se había tomado el trabajo de responderle con detalle y a consciencia. Me acuerdo que cuando era chico con un amigo quisimos escribirle a Bill Gates (perdón), pero tuvimos problemas para encontrar una dirección adecuada para el envío. Todavía tengo en algún lado un txt con un mensaje preparado bastante tonto y muy mal traducido al Inglés. Si volviera el tiempo atrás, preferiría escribirle a John, o tal vez a Torvalds, o a Stallman, o tantos otros que o quien sabe.

miércoles, 6 de enero de 2016

LISP vs. C++

Uno de estos días necesitaba un intérprete de LISP para probar algunos procedimientos bastante simples. Pero resulta que mi conexión a Internet estaba en un mal momento, y por esto el gestor de paquetes decía que instalar el intérprete que tenía disponible iba a requerir más de 50 minutos de descarga. Fue ahí cuando pensé: "puedo escribir mi propio intérprete en menos de 50 minutos". Así que abrí el ZinjaI y lo intenté. 40 minutos y 160 lineas de código C++ después tenía un intérprete para lo mínimo necesario de LISP para los ejercicios que quería probar.

Este post no se trata de comparar las ventajas y desventajas de un lenguaje frente al otro (el título es engañoso). Se trata de responder a preguntas más razonables tales como: "¿cómo entra todo un lenguaje en solo 160 lineas?", "¿cómo se te ocurre ponerte a escribir algo así?", "¿no tenías nada mejor que hacer?", etc.