lunes, 24 de octubre de 2016

El hardware y yo

El hardware y yo usualmente no nos llevamos bien. Se me da mejor con el software. Podría decir que he tenido mala suerte con las tres notebooks que tuve. La tercera, una Samsung, parecía ser la vencida, hasta que la semana pasada decidió tildarse para nunca volver a encender. Y por eso tuve que volver que a la segunda, una Vaio con mil problemas, sobre la cual podía hacerme una hamburguesa con solo apoyarla en el teclado y mandar a compilar un proyecto acorde al tiempo de cocción. Traté de solucionarlo, y pasó algo curioso.

La Samsung tuvo al menos la delicadeza de irse, aunque sin aviso, en buenos términos. Aquel sábado culminé con una charla sobre PSeInt y Software Libre en mi facultad lo que fue una de las semanas más cargadas de trabajo del año. Aguantó hasta esa última charla y reventó cuando llegué a mi casa, a 10 minutos de haberla prendido. Mejor aún, justo antes de la charla había actualizado un backup en un disco externo; aunque el disco no tuvo problemas, el susto habría sido mayor en otro caso.

Entonces tuve que echar mano de la vieja Vaio para salir del paso. La use toda la semana underclockeada tanto como es posible, sin cargarle tareas demasiado pesadas, y aguantando el cooler a máxima capacidad, tanto de ventilación como sonora. Llegado el fin de semana ya no la aguantaba más. Pero no quería salir corriendo a comprar una máquina nueva. Todavía no se bien qué quiero en reemplazo ni cuanto va a costarme. Así que decidí probar desarmarla, limpiarla, cambiarle la pasta térmica y ver si con eso tiraba otro poco.

Ya dije que el hardware no es lo mío. Nunca había toqueteado una notebook más allá de cambiar un disco o una RAM. Y ahora tenía que enfrentarme al micro. Siempre tuve miedo de hacerlo, imaginando lo delicado que sería, y lo rápido que se freiría si colocaba mal la pasta o el disipador. Pero, perdido por perdido lo intenté. Después de mirar unos cuantos videos en youtube donde todo parecía simple y rápido, empecé a destriparla.


Luego de tropecientos tornillos llegó el turno de sacar el disipador. Afloje con cuidado los tornillos que lo tenían contra le micro, y... ¿Saben qué? La maldita cosa había calentado tanto pero tanto que el micro estaba soldado al disipador gracias a la pasta térmica vieja y arruinada. Ninguno de los videitos de youtube me había preparado para eso. Empecé a buscar otra vez, y encontré a alguien que sugería sacar todo, y tratar de separarlos pasándole alcohol isopropílico en el medio con un hilo dental. No funcionó.

Después de 20 minutos sin resultados, decidí llamar al que sabe, que entre mis colegas acá es Jorge. No importa si hablamos de cambiarle un capacitor a una mother, o de colocar una viga de hierro para construir un entrepiso; si es hardware, del tamaño que sea, Jorge sabe. Pero esta vez me dijo que no tenía ningún truco bajo la manga. Después de hablar 15 minutos corté desahuciado. Estábamos fritos, mi micro y yo. Pero a los 5 minutos me llama Jorge otra vez: "tratá de aflojarla calentándola con un secador de pelos; y sino avisame que en casa tengo una pistola de calor". Busqué el secador de mi esposa y en 30 segundos el micro estaba libre otra vez.

A partir de ahí todo siguió más o menos normal, limpié con alcohol y mucho cuidado la pasta vieja del micro, con más alcohol y menos cuidado la del disipador, un poco de WD40 para el cooler, pasta nueva, y a cerrar todo. Increíblemente no me sobró ni faltó ningún tornillo al final del proceso. Cuando prendí la compu nuevamente, pasó algo mágico.

Usualmente, gracias a este proceso la temperatura baja de 5 a 10 grados. Eso no iba a salvar mi máquina, pero al menos sí callar un poco al cooler, y evitar que se apague si le pedía compilar algo. De hecho, ya una vez la había llevado a un técnico para que me haga ese trabajo y ese había sido el resultado. Pero esta vez... bajó 30 grados! Pasó de entre 70 y 80 en reposo con el micro a mínima frecuencia, a 40 en reposo, y entre 50 y 60 en trabajo normal sin underclocking.

En resumen, le perdí algo de miedo a esto de desarmar todo y meterme hasta con el micro. Si sobrevivió a mis intentos de separarlo del disipador, sobrevive a cualquier cosa. Y lo mucho que bajó la temperatura me pareció increíble. La máquina tiene varios otros problemas, pero al menos me va a sacar de apuros hasta que vea qué puedo comprar para la próxima. Y me va a permitir retomar mientras tanto el trabajo en PSeInt y ZinjaI entre otras cosas.

2 comentarios:

  1. Cosas que pasan ... Pero una vez que le pierdes el miedo ya la desarmas sin problemas. Al principio te preguntas cosas como ¿Y si, no prende? ¿Qué hago?

    ResponderEliminar
  2. Si compras un arduino mega 2560 US$30, te garantizo que amaras mas el hardware que el software, ya que se pasa de ejecución en pantalla de computador a activar leds, motores, enviar y capturar datos, ver info en pantallas pequeñas etc

    ResponderEliminar